Salí de la ciudad para vivir en un pequeño pueblo

¿Cuántas veces has escuchado las historias de personas que dejan el pueblo donde nacieron para probar suerte en una  ciudad? Muchas veces verdad? Pero conmigo la historia se repite por el otro lado: yo por mi parte decidí dejar la ciudad y vivir una vida tranquila en un pequeño pueblo.

No hay quien se ponga de acuerdo sobre dónde se vive mejor. En el pueblo hay más tranquilidad, aire limpio, cercanía con la gente… Y sin embargo en la ciudad suele haber mejores servicios y más trabajo.

Vivir en una ciudad tiene ventajas? Las comodidades de salir a pasear y encontrarse con todos los centros comerciales atascados de lo último en tendencias, todo lo que necesitas en la palma de la mano.

Pero levantarse y asomarse a mi ventana en la mañana y ver a los colibríes recolectar miel de las flores, observar las noches estrelladas son para mí placeres sencillos, pero invaluables por lo inexistentes que son en la capital.

Sin duda alguna la vida en Panajachel es mucho más tranquila, eso a pesar de ser el pueblo más poblado alrededor del Lago de Atitlán. Acá, el tiempo pasa más lento, los atardeceres son más disfrutables tal vez porque no vas atascada en el tráfico y te puedes tomar el lujo, si, así como leíste el LUJO de disfrutarlos desde el balcón de tu casa.

Pero no todo es color de rosa, hay cosas que debo mencionar que se deben mejorar como: son las pocas oportunidades laborales, los pocos servicios hospitalarios, la mala infraestructura ahh y casi se me olvidaba mencionar que el agua de acá es una de las más contaminadas del país (el agua acá es 0 potable) tal cual nueva visitante me enferme del estómago en las primeras semanas, y para ser honesta aun no me siento del todo bien. Las personas que viven acá son inmunes a las bacterias del agua.

A pesar de lo que les comente, vivir en el occidente del país fue un sueño hecho realidad, poder convivir con personas que sin conocerme me abrieron las puertas de su casa y que con tan solo unas semanas de conocerlos ya son como si fueran mi familia, personas que aún sin conocerme me saludan con un buenos días, ir al mercado y con menos de Q100 ($13 dólares aproximadamente) hacer tu despensa para una semana, o hacer amigos de las maneras menos pensadas, todo esto no se encuentra tan fácilmente en la ciudad.

En resumen: Si, vivir en el lago más hermoso del mundo es una aventura que vale la pena, y tal vez no me quede mucho tiempo por acá pero me siento tan agradecida con el universo por haber tenido la oportunidad de vivir en uno de mis lugares favoritos, no todas las personas tienen la dicha de vivir en su lugar favorito, así que me siento muy afortunada de esta experiencia.

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